La Publicidad tradicional (buzoneo, flyers, folletos, coche-megáfono, llamadas telefónicas, etc) que normalmente usan o han usado hasta ahora comercios, Pymes o autónomos, bien porque siempre se ha hecho así creyendo que esta es la más efectiva, o bien pensando que sus recursos no son suficientes para llevar a cabo una buena campaña de publicidad. Decir que no sólo es una Publicidad obsoleta totalmente, sino que además llega a ser molesta e intrusiva para el cliente potencial o actual.
Por un lado, obsoleta porque el ratio coste-efectividad de la misma es bastante malo. Casi siempre el mensaje que se quería transmitir no llega a ese cliente potencial o actual. En la inmensa mayoría de los casos, esa Publicidad se pierde porque el cliente la ha desechado o tirado, porque no se oye lo que se dice, o bien porque está ocupado para oírla o leerla.
Por otro lado, molesta e intrusiva, ya que esta muchas veces llega a ser un incordio y puede tener el efecto contrario en el cliente, es decir, que esta puede crear un prejuicio o una opinión negativa en él: llamadas a horas o momentos inadecuados, ruidos que interrumpan otra cosa que esté haciendo, o colapso del buzón porque se haya ido de vacaciones unos días.
¿Quiénes de ustedes al llegar al buzón de su casa, viendo que está lleno de Publicidad no ha tirado o desechado la mayoría? Además del mosqueo que se puede pillar uno si ve que una carta importante se quede fuera o a la vista.
¿Quiénes de ustedes a la hora de comer, o la siesta o incluso después de una larga jornada laboral, ha sido llamado por un comercial a través de teléfono para ofrecerle algo?
¿Quiénes de ustedes en fin de semana cuando uno descansa y alarga unas horas el sueño, no ha sido molestado por la megafonía de un coche en la calle?
En definitiva, ese tipo de publicidad ha quedado fuera de juego y aquel que no llegue a comprender que eso es así, estará perdiendo dinero, tiempo y esfuerzo en ello. Hoy día hay que apostar por una Publicidad 2.0, es decir una Publicidad en la que el cliente puede elegir: cómo, cuándo, dónde, y qué ver o escuchar, obteniendo incluso una interactividad con él, ya que él puede comentar o dar su opinión sobre cierto producto o servicio. Es decir, utilizando esa Publicidad interactiva, podríamos saber justamente qué no le gusta al cliente y qué podríamos mejorar o desechar, ahorrando en ello muchos quebraderos de cabeza y abrir un mundo de oportunidades sin fín.
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